jueves, 19 de octubre de 2017

UN AÑO EN LA VIDA. OCTUBRE (X)

  • Después de zamparse al ñu, el cocodrilo derramó tiernas lágrimas por su crimen.

BARES Y POLÍTICA. NOTAS DE ULTRABAR
Hay que promover que los bares en España sean declarados bienes de interés cultural por la UNESCO. Habrá que decírselo a los emergentes para que hagan una proposición de ley (o no) en el Congreso. Porque ni gobiernos ni parlamentos, ni ONU ni UE, ni UEFA ni FIFA: el mundo solo encuentra soluciones a sus males en la barra de los bares con un vino o una caña de por medio.
Vamos a tomar el aperitivo y el dueño del bar, algo masoquista,  tiene puesto el canal 24 horas, todo noticias. Nos empapamos de noticias y con ellas los comentarios sobre la marcha de algunos sujetos parásitos y medio beodos que frecuentan estos establecimientos. Son una fuente de difusión de las buenas costumbres y de la buena política a todos los niveles. Con lo que oyes allí te convalidan, en alguna universidad privada, claro, asignaturas para cualquier carrera de humanidades porque saben de todo, como los tertulianos de televisión: nacional, internacional, deportes, inmigración, justicia, química, física y hasta matemáticas.
El camarero se mete en las conversaciones de los clientes, de los unos y de los otros, y la mujer le reprende: “que tú no opines que tenemos que comer, ¡coño!”
Para los problemas de la justicia tienen soluciones elementales y muy prácticas: ¿Cómo se soluciona lo del terrorismo?: cortándoles el cuello;  ¿cómo acabar con los violadores?: cortándoles el cuello; ¿a los asesinos de mujeres? … el cuello. Elemental: no creen en la reinserción.
Estos caballeros me recuerdan al sargento que en 1979, antes de recoger el petate para ir a la mili, nos leía el castigo establecido en las Ordenanzas por cualquier acto que contraviniese las reglas durante el servicio militar: pena de muerte, que para eso habían ganado la guerra y al enemigo sabían cómo exterminarlo. Estábamos en plena maravillosa transición española, pero la pena de muerte la quitaría el primer ministro de defensa socialista, Serra, que luego se hizo presidente de una Caixa con buen sueldo y colocó preferentes a los ancianos iletrados, como buen socialisto, aunque quitara la pena de muerte, que, ¡qué menos, hombre! Los contertulios ultramontanos del bar hasta son  partidarios de reinstaurar la Inquisición, pero en laico, que en temas de religión son bastantes laxos: “Aquello sí que era respeto…”
Siguen con la política económica y, por ejemplo, ¿cómo solucionarían la bajada de las pensiones - que es lo que más les molesta-, la subida del IPC, el copago sanitario?: pues quitando el sueldo a los ministros, diputados y demás, que con estos hay que tener más consideración porque son de los suyos y no se les aplicaría lo del cuello. ¿La subida de la luz?, electrocutando al presidente y accionistas de las eléctricas; ¿del agua?: ahogando a Ysabel II… Ah no, que esta señora solo ha puesto el nombre, pues ahogando a los accionistas y consejeros de las compañías de aguas.
En cuanto a la corrupción no tienen formada una opinión uniforme: si es de los suyos, pues qué listos son estos chicos, total, para cuatro euros en sobres; pero si es de la oposición, que se pudran en la cárcel y que devuelvan lo robado antes, claro.
En política nacional, las autonomías las eliminaban, ¿que cómo?: echando a los independentistas al mar o echándolos a todos de España pero antes se les quitaba los bancos y las industrias, para que comieran independencia.
En cuanto a las relaciones internacionales, su solución es fácil: obligar a emigrar, pero al revés, a musulmanes y subsaharianos (ellos lo dicen de otra manera pero yo debo cuidar las formas) que son fuente de conflictos y encima nos quitan el trabajo. Pero especial inquina tienen a los chinos, esos sí que son culpables: los jodíos saben con solo un vistazo cuándo está a punto de salir el premio gordo de la máquina tragaperras y se lo llevan siempre… Total, para blanquear dinero y evadir divisas (presuntamente), y nosotros que solo echamos las vueltas de la ronda, pues no nos dejan opción, argumentan.
Aunque parezca mentira los que así opinan son una minoría absoluta, pero como chillan mucho parece que son más frente a los que sí tenemos opinión aunque la manifestemos en círculos más cerrados y no a voces. Y es que esta gente tiene mucho tiempo libre, y como dice mi amigo refiriéndose a todos los que no saben en qué ocupar su tiempo: “hacen cualquier cosa menos coger un libro”.  En fin, me hago cruces al oír lo que oigo y me alegro de que los que nos gobiernan a veces sean gente más o menos sensata y no vaya a los bares, pues oyendo lo que allí se oye capaces serían de tomarlo como “vox populi” y aplicarlo a rajatabla.

CAMPO O CIUDAD

Me gusta el campo, las extensas llanuras con los restos del trigo ya cosechado y jalonadas por algún árbol solitario; el monte que desde lo alto vigila con su manto verde de encinas y pinos, y el riachuelo que la cruza o la bordea. 
Y no me gusta la ciudad y sus calles principales, esos inmensos ríos de asfalto por donde navega una humanidad que se ignora; ni sus parques de árboles renegridos, con su estanque, aprendiz de lago, y su hierba, césped verde a fuerza de agua y sol, que implora desde un cartel a los paseantes que no la pisen.
Me gusta el campo y los árboles solitarios que vigilan sus caminos, y me gustan aunque no pueda cobijarme bajo su sombra cuando el sol lanza sus puñales de fuego sobre la tierra.

  • Siempre he desconfiado de la expresión “abrazo de oso”, porque a veces es lo que literalmente expresa.

AMANECE

Amanece. Han caído cuatro gotas, las suficientes para ensuciar los coches recién lavados. He dormido bien, 6 horas, las suficientes para una persona de mi edad. Voy al trabajo, ficho y salgo a tomar café. Por el camino me encuentro con una chica a la que llevaba 40 años sin ver y que me provocó el primer desengaño amoroso. La llamo por su nombre y ella me responde con un cálido "Hola Antonio". La invito a un café y me dice que lleva prisa, que ha quedado a ‘y media’ en los Juzgados. Nos damos un beso, haciendo propósito de que no pasen otros 40 años antes de que nos volvamos a ver. Fuimos buenos amigos. 
Tomo café; sufro un acceso de nostalgia. Las nubes amenazan lluvia. El día inicia su curso natural. Los niños corren, senda arriba, porque llegan tarde al colegio…

  • Quienes carecen de principios pueden ganar alguna batalla pero jamás ganarán la guerra.

ALFONSO GUERRA

Hubo un momento en la historia en el que hacían gracia las ocurrencias de este hombre, Rasputín hispánico, azote de adversarios. Un día vi al Presidente del Congreso pedir una ovación para él porque, después de casi 38 años, con 74, se iba: otra foto más para los demagogos que alientan  la imagen de 'casta'. 
Yo no creo en los políticos que se consideran imprescindibles y creo que nadie puede estar tanto tiempo en la cosa pública, nadie, y menos Guerra, alguien que se debió ir cuando el asunto de su hermano, para dar ejemplo, pero no lo hizo y dejó el camino minado; de aquellos barros, estos lodos, por muy ídolo que haya sido de toda la militancia socialista, sobre todo en Andalucía.
A mí me gustó poco este hombre desde siempre porque considero que la política es algo muy serio en la que cabe la ironía pero no como norma, y él abusó hasta llegar a ser el guiñol de sí mismo. Ha sido tan ínfimo el nivel de los políticos de los últimos tiempos, en comparación con los que hicieron la transición, que cualquier tiempo pasado parece que fue mejor. Y en el PSOE es verdad que se echa en falta alguien que deje a un lado la imagen candorosa para dar “leña al mono” porque éstos de ahora sí se merecen que les llamen tahúres del Mississippi, como él llamó a Suárez.
Para deshacer mitos a los mitómanos, recomiendo la lectura de “Federico Sánchez se despide de ustedes”, en uno de cuyos capítulos, una persona inteligente como Jorge Semprún desenmascara al “Sobrevalorado del Guadalquivir”. ¡Vaya usté con dios!

  • Era tan tonto que sólo era gracioso…

VEINTIPOCOS

Tienes veintipocos años, ligas poco y decides dejarte crecer la escasa barba que te permite la naturaleza, fumar en pipa aunque te marea ese sabor y hablarle a las chicas de jazz -Sarah Vaughan, John Coltrane- y de los libros de Boris Vian. Y ellas, acostumbradas a otra cosa, te tomaban por un gilipollas extravagante...

  • Dice la prensa que cae drásticamente el número de alumnos de religión: chicos listos que prefieren ciencia ficción de la buena.

DESPERTAR

Cada día, cuando despierto, despierto en el más amplio sentido de la palabra, y ese acto no sólo consiste en abrir los ojos al mundo sino los cinco sentidos, para que entre el aire, la luz y la palabra, y así,  seguir aprendiendo...

  • Toda mi solidaridad para los hombres pobres; los pobres hombres son otra cosa, y dignos de lástima.

LA RED

He estado viendo el perfil académico-profesional de los miembros del Consejo Ciudadano de Podemos, y he descubierto, casualmente, la causa profunda del desastre del régimen del 78, como lo llaman ellos y del que, quieran o no, son hijos (aunque ahora putativos). En las Cortes del 77, en los partidos de la pre-casta de izquierda, había una considerable proporción de gentes sin preparación teórica que no habían pasado por las aulas universitarias: Dolores, Simón, Redondo, Camacho, López Raimundo, etc. No digamos nada en los órganos de dirección de esos partidos, donde eran multitud, aunque los listos, con estudios, les comían el coco y los llevaban a su terreno ¿Qué podía salir de tal mezcolanza con esas mentes no cultivadas aunque curtidas en la pelea de la fábrica, el taller, incluso del tajo o el agro...? Nada bueno. Así nos ha ido y los cibernautas de Podemos tomaron nota y han rectificado: ahora, ni un obrero.
En el espacio real conoces a tus camaradas (o compañeros) de carne y hueso porque cualquiera se sube al estrado y habla, aunque sea con faltas de ortografía, y la gente le conoce, conoce su periplo vital, y eliges, o, al menos, propones y te equivocas. Sin embargo, cuando todo se mueve en la nube virtual, por la red… Es ahí, por la red, donde encontramos el motivo de que no haya ningún obrero manual no licenciado-doctorado-masterizado, o simplemente un contable o vendedor de vinos sin estudios pero con labia, en el Consejo Ciudadano. La casta, insaciable, ha creado multitud de analfabetos informáticos que no conocen el doble significado de la palabra ratón y, claro, como los que se podían presentar en libre concurrencia en elecciones abiertas y podían votar lo hacían por el espacio cibernético, esos analfabetos han perdido la oportunidad al no saber ni cómo apuntarse al Círculo de artes gráficas, por ejemplo, si existe.  No se podían dar a conocer para poder ser elegidos. Además, tanto en la red como en directo, donde se ponga la retórica grandilocuente, el verbo fluido, ocurrente, de los nuevos líderes, capaces tanto de cantar “A desalambrar” de Víctor Jara, como un tanguillo de Carlos Cano, para amenizar un mitin o asamblea, que se quite el repertorio de los iletrados, que se quedaron en El Fary, o, como mucho, en Serrat, Sabina o Aute  que son parte de la casta y, a veces, hasta le cantan al amor, ese concepto tan burgués. ¡Viva la lucha de la clase obrera (ilustrada)!

  • No me gusta la gente que, estando invitada a la boda, pasa de la ceremonia y después se presenta en el banquete con exigencias…

SANGRO

Los quiero tanto…  
Si alguna vez les hiero  
soy yo el que sangro.


  • Es una pena que siempre le sobre tiempo a quién no sabe qué hacer con él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario