- Después
de zamparse al ñu, el cocodrilo derramó tiernas lágrimas por su crimen.
BARES Y POLÍTICA. NOTAS DE ULTRABAR
Hay que promover que los bares en España
sean declarados bienes de interés cultural por la UNESCO. Habrá que decírselo a
los emergentes para que hagan una proposición de ley (o no) en el Congreso.
Porque ni gobiernos ni parlamentos, ni ONU ni UE, ni UEFA ni FIFA: el mundo
solo encuentra soluciones a sus males en la barra de los bares con un vino o
una caña de por medio.
Vamos
a tomar el aperitivo y el dueño del bar, algo masoquista, tiene puesto el canal 24 horas, todo
noticias. Nos empapamos de noticias y con ellas los comentarios sobre la marcha
de algunos sujetos parásitos y medio beodos que frecuentan estos
establecimientos. Son una fuente de difusión de las buenas costumbres y de la
buena política a todos los niveles. Con lo que oyes allí te convalidan, en
alguna universidad privada, claro, asignaturas para cualquier carrera de
humanidades porque saben de todo, como los tertulianos de televisión: nacional,
internacional, deportes, inmigración, justicia, química, física y hasta
matemáticas.
El
camarero se mete en las conversaciones de los clientes, de los unos y de los
otros, y la mujer le reprende: “que tú no opines que tenemos que comer, ¡coño!”
Para
los problemas de la justicia tienen soluciones elementales y muy prácticas:
¿Cómo se soluciona lo del terrorismo?: cortándoles el cuello; ¿cómo acabar con los violadores?: cortándoles
el cuello; ¿a los asesinos de mujeres? … el cuello. Elemental: no creen en la
reinserción.
Estos
caballeros me recuerdan al sargento que en 1979, antes de recoger el petate
para ir a la mili, nos leía el castigo establecido en las Ordenanzas por
cualquier acto que contraviniese las reglas durante el servicio militar: pena
de muerte, que para eso habían ganado la guerra y al enemigo sabían cómo
exterminarlo. Estábamos en plena maravillosa transición española, pero la pena
de muerte la quitaría el primer ministro de defensa socialista, Serra, que
luego se hizo presidente de una Caixa con buen sueldo y colocó preferentes a
los ancianos iletrados, como buen socialisto, aunque quitara la pena de muerte,
que, ¡qué menos, hombre! Los contertulios ultramontanos del bar hasta son partidarios de reinstaurar la Inquisición,
pero en laico, que en temas de religión son bastantes laxos: “Aquello sí que
era respeto…”
Siguen
con la política económica y, por ejemplo, ¿cómo solucionarían la bajada de las
pensiones - que es lo que más les molesta-, la subida del IPC, el copago
sanitario?: pues quitando el sueldo a los ministros, diputados y demás, que con
estos hay que tener más consideración porque son de los suyos y no se les
aplicaría lo del cuello. ¿La subida de la luz?, electrocutando al presidente y
accionistas de las eléctricas; ¿del agua?: ahogando a Ysabel II… Ah no, que
esta señora solo ha puesto el nombre, pues ahogando a los accionistas y
consejeros de las compañías de aguas.
En
cuanto a la corrupción no tienen formada una opinión uniforme: si es de los
suyos, pues qué listos son estos chicos, total, para cuatro euros en sobres;
pero si es de la oposición, que se pudran en la cárcel y que devuelvan lo
robado antes, claro.
En
política nacional, las autonomías las eliminaban, ¿que cómo?: echando a los
independentistas al mar o echándolos a todos de España pero antes se les
quitaba los bancos y las industrias, para que comieran independencia.
En
cuanto a las relaciones internacionales, su solución es fácil: obligar a
emigrar, pero al revés, a musulmanes y subsaharianos (ellos lo dicen de otra
manera pero yo debo cuidar las formas) que son fuente de conflictos y encima
nos quitan el trabajo. Pero especial inquina tienen a los chinos, esos sí que
son culpables: los jodíos saben con solo un vistazo cuándo está a punto de
salir el premio gordo de la máquina tragaperras y se lo llevan siempre… Total,
para blanquear dinero y evadir divisas (presuntamente), y nosotros que solo
echamos las vueltas de la ronda, pues no nos dejan opción, argumentan.
Aunque
parezca mentira los que así opinan son una minoría absoluta, pero como chillan
mucho parece que son más frente a los que sí tenemos opinión aunque la
manifestemos en círculos más cerrados y no a voces. Y es que esta gente tiene
mucho tiempo libre, y como dice mi amigo refiriéndose a todos los que no saben
en qué ocupar su tiempo: “hacen cualquier cosa menos coger un libro”. En fin, me hago cruces al oír lo que oigo y
me alegro de que los que nos gobiernan a veces sean gente más o menos sensata y
no vaya a los bares, pues oyendo lo que allí se oye capaces serían de tomarlo
como “vox populi” y aplicarlo a rajatabla.
CAMPO O
CIUDAD
Me gusta el campo, las extensas
llanuras con los restos del trigo ya cosechado y jalonadas por algún árbol
solitario; el monte que desde lo alto vigila con su manto verde de encinas y
pinos, y el riachuelo que la cruza o la bordea.
Y no me gusta la ciudad y sus calles
principales, esos inmensos ríos de asfalto por donde navega una humanidad que
se ignora; ni sus parques de árboles renegridos, con su estanque, aprendiz de
lago, y su hierba, césped verde a fuerza de agua y sol, que implora desde un
cartel a los paseantes que no la pisen.
Me gusta el campo y los árboles
solitarios que vigilan sus caminos, y me gustan aunque no pueda cobijarme bajo
su sombra cuando el sol lanza sus puñales de fuego sobre la tierra.
- Siempre
he desconfiado de la expresión “abrazo de oso”, porque a veces es lo que
literalmente expresa.
AMANECE
Amanece. Han caído cuatro gotas, las
suficientes para ensuciar los coches recién lavados. He dormido bien, 6 horas,
las suficientes para una persona de mi edad. Voy al trabajo, ficho y salgo a
tomar café. Por el camino me encuentro con una chica a la que llevaba 40 años
sin ver y que me provocó el primer desengaño amoroso. La llamo por su nombre y
ella me responde con un cálido "Hola Antonio". La invito a un café y
me dice que lleva prisa, que ha quedado a ‘y media’ en los Juzgados. Nos damos
un beso, haciendo propósito de que no pasen otros 40 años antes de que nos
volvamos a ver. Fuimos buenos amigos.
Tomo café; sufro un acceso de
nostalgia. Las nubes amenazan lluvia. El día inicia su curso natural. Los niños
corren, senda arriba, porque llegan tarde al colegio…
- Quienes carecen de principios pueden ganar alguna
batalla pero jamás ganarán la guerra.
ALFONSO
GUERRA
Hubo un momento en la historia en el
que hacían gracia las ocurrencias de este hombre, Rasputín hispánico, azote de adversarios.
Un día vi al Presidente del Congreso pedir una ovación para él porque, después
de casi 38 años, con 74, se iba: otra foto más para los demagogos que alientan
la imagen de 'casta'.
Yo no creo en los políticos que se
consideran imprescindibles y creo que nadie puede estar tanto tiempo en la cosa
pública, nadie, y menos Guerra, alguien que se debió ir cuando el asunto de su
hermano, para dar ejemplo, pero no lo hizo y dejó el camino minado; de aquellos
barros, estos lodos, por muy ídolo que haya sido de toda la militancia
socialista, sobre todo en Andalucía.
A mí me gustó poco este hombre desde
siempre porque considero que la política es algo muy serio en la que cabe la
ironía pero no como norma, y él abusó hasta llegar a ser el guiñol de sí mismo.
Ha sido tan ínfimo el nivel de los políticos de los últimos tiempos, en
comparación con los que hicieron la transición, que cualquier tiempo pasado
parece que fue mejor. Y en el PSOE es verdad que se echa en falta alguien que
deje a un lado la imagen candorosa para dar “leña al mono” porque éstos de
ahora sí se merecen que les llamen tahúres del Mississippi, como él llamó a
Suárez.
Para deshacer mitos a los mitómanos,
recomiendo la lectura de “Federico Sánchez se despide de ustedes”, en uno de
cuyos capítulos, una persona inteligente como Jorge Semprún desenmascara al
“Sobrevalorado del Guadalquivir”. ¡Vaya usté
con dios!
- Era
tan tonto que sólo era gracioso…
VEINTIPOCOS
Tienes veintipocos años,
ligas poco y decides dejarte crecer la escasa barba que te permite la
naturaleza, fumar en pipa aunque te marea ese sabor y hablarle a las chicas de
jazz -Sarah Vaughan, John Coltrane- y de los libros de Boris Vian. Y ellas,
acostumbradas a otra cosa, te tomaban por un gilipollas extravagante...
- Dice
la prensa que cae drásticamente el número de alumnos de religión: chicos
listos que prefieren ciencia ficción de la buena.
DESPERTAR
Cada día, cuando
despierto, despierto en el más amplio sentido de la palabra, y ese acto no sólo
consiste en abrir los ojos al mundo sino los cinco sentidos, para que entre el
aire, la luz y la palabra, y así, seguir aprendiendo...
- Toda
mi solidaridad para los hombres pobres; los pobres hombres son otra cosa,
y dignos de lástima.
LA
RED
He estado viendo el
perfil académico-profesional de los miembros del Consejo Ciudadano de Podemos,
y he descubierto, casualmente, la causa profunda del desastre del régimen del
78, como lo llaman ellos y del que, quieran o no, son hijos (aunque ahora
putativos). En las Cortes del 77, en los partidos de la pre-casta de izquierda,
había una considerable proporción de gentes sin preparación teórica que no
habían pasado por las aulas universitarias: Dolores, Simón, Redondo, Camacho,
López Raimundo, etc. No digamos nada en los órganos de dirección de esos
partidos, donde eran multitud, aunque los listos, con estudios, les comían el
coco y los llevaban a su terreno ¿Qué podía salir de tal mezcolanza con esas
mentes no cultivadas aunque curtidas en la pelea de la fábrica, el taller,
incluso del tajo o el agro...? Nada bueno. Así nos ha ido y los cibernautas de
Podemos tomaron nota y han rectificado: ahora, ni un obrero.
En el espacio real
conoces a tus camaradas (o compañeros) de carne y hueso porque cualquiera se
sube al estrado y habla, aunque sea con faltas de ortografía, y la gente le
conoce, conoce su periplo vital, y eliges, o, al menos, propones y te
equivocas. Sin embargo, cuando todo se mueve en la nube virtual, por la red… Es
ahí, por la red, donde encontramos el motivo de que no haya ningún obrero
manual no licenciado-doctorado-masterizado, o simplemente un contable o
vendedor de vinos sin estudios pero con labia, en el Consejo Ciudadano. La
casta, insaciable, ha creado multitud de analfabetos informáticos que no
conocen el doble significado de la palabra ratón y, claro, como los que se
podían presentar en libre concurrencia en elecciones abiertas y podían votar lo
hacían por el espacio cibernético, esos analfabetos han perdido la oportunidad
al no saber ni cómo apuntarse al Círculo de artes gráficas, por ejemplo, si
existe. No se podían dar a conocer para
poder ser elegidos. Además, tanto en la red como en directo, donde se ponga la
retórica grandilocuente, el verbo fluido, ocurrente, de los nuevos líderes,
capaces tanto de cantar “A desalambrar” de Víctor Jara, como un tanguillo de
Carlos Cano, para amenizar un mitin o asamblea, que se quite el repertorio de
los iletrados, que se quedaron en El Fary, o, como mucho, en Serrat, Sabina o
Aute que son parte de la casta y, a
veces, hasta le cantan al amor, ese concepto tan burgués. ¡Viva la lucha de la
clase obrera (ilustrada)!
- No me gusta la gente que, estando invitada a la boda,
pasa de la ceremonia y después se presenta en el banquete con exigencias…
SANGRO
Los quiero tanto…
Si alguna vez les hiero
soy yo el que sangro.
- Es una pena
que siempre le sobre tiempo a quién no sabe qué hacer con él.